La prestigiosísima revista The Economist publicó el pasado domingo un breve articulo sobre el “misterio” en El Salvador: ¿como es posible que uno de los países latinoamericanos que mas tienen problemas socio-económicos en todo el continente tenga a la vez el presidente mas popular?
La Casa Presidencial salvadoreña tradujo el texto al español, que reprodujo abajo, y el original en ingles en el website de la revista pode ser accedido aquí.
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"El lío a enfrentar por Mauricio Funes, cuando fue elegido presidente de El Salvador el año pasado sugirió que estaba en un paseo lleno de baches. La violencia rampante de las bandas produjo la mayor tasa mundial de asesinatos en 2009. En medio de la crisis financiera global, la economía se contrajo un 3.6%, una de las mayores caídas en la región. El Salvador no es un lugar fácil de gobernar. Sin embargo 18 meses después el 79% votó al Sr. Funes, volviéndolo el líder más popular de América Latina.
Su apoyo no viene de ningún éxito de ningún gran éxito sobre la delincuencia o la economía. La tasa de homicidios se sumergió después que el Sr. Funes desplegara al ejército en las calles y prohibiera las asociaciones a pandillas, pero desde entonces se ha recuperado. Y en el último año, 5% de los salvadoreños sufrieron intento de extorsión, a menudo orquestadas desde un teléfono móvil desde las cárceles. Mientras tanto, la economía apenas ha cojeado de vuelta al crecimiento. No se espera que alcance los niveles anteriores a la recesión hasta 2012, debido a la dependencia del país a los Estados Unidos, cuya recuperación ha sido débil.
Pero el enfoque centrista del Sr. Funes ha ganado sobre los votantes que estaban cansados de la política polarizada de El Salvador. Como parte del acuerdo de 1992 que puso fin a la espantosa guerra civil del país, la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), se volvió un partido político pacífico. Sin embargo, mantuvieron sus puntos de vista de extrema izquierda, alejando a los votantes y permitiendo a sus rivales conservadores, el partido ARENA, mantener su control en el poder por 20 años. Sólo después de nombrar al Sr. Funes, el FMLN logró ganar la presidencia. Pero la derecha temía que el partido imitaría a sus viejos aliados en Nicaragua bajo la sombra del régimen sandinista.
El presidente ha cumplido con las esperanzas del FMLN sobre la política social. La educación básica es ahora gratis y los niños pobres reciben uniformes escolares y zaparos. Estas reformas han resultado en un adicional de 22,000 niños matriculados en la escuela este año, según el gobierno. Ha extendido aún más las arcas del Estado para cubrir programas de salud: vallas en la capital para promover las jornadas de vacunación para los niños. Y como ex periodista de televisión, ha demostrado un don para hablar y para grandes gestos, como pedir disculpas por las atrocidades cometidas por el gobierno durante la guerra.
Pero el Sr. Funes ha resistido las demandas del FMLN de una agenda más radical. La mayoría de hombres de negocios (empresarios) están satisfechos de que su visita a Cuba en octubre, que puso fin a casi 50 de años de frialdad, tenía por objeto la importación de medicamentos baratos, no la revolución. Esto ha dificultado la relación con la línea dura del FMLN. Cables filtrados de la embajada estadounidense muestran que los asistentes del Sr. Funes sospechaban el año pasado, que los teléfonos de Casa Presidencial estaban siendo intervenidos por el FMLN, al cual se le había dado el control de los servicios de inteligencia.
El pragmatismo del presidente ha lanzado a ARENA, que se había unido durante años por temor al FMLN, al caos. El partido se dividió luego de perder las elecciones y sus desertores formaron una alianza con el FMLN, dándole al Sr. Funes una mayoría legislativa. ARENA está ahora corto tanto de dinero como de posibles candidatos presidenciales.
Las elecciones en 2012 pondrán a prueba si la popularidad del Sr. Funes se puede traducir a un mayor éxito para el FMLN. Las encuestas sugieren que ARENA está unos pocos puntos atrás. Eventualmente, el Sr. Funes tendrá que hacer más contra el crimen y la economía para justificar la fe de los salvadoreños en él."
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