Thursday, 10 December 2009

Funes, ¿el memorioso?

Articulo de mi autoria originalmente publicado en la revista salvadoreña ContraPunto

Por Aleksander Aguilar (*)

Acabar con el tormento de la desmemoria que contribuye para entorpecer la posibilidad de paz en El Salvador es también parte de las expectativas depositadas en el gobierno Funes.

LONDRES-
El presidente Funes, pese la coincidencia de su apellido con lo del personaje del cuento del prestigioso escritor argentino Jorge Luis Borges, Funes el memorioso, no deberá coincidir en actuación a Ireneo Funes. A raíz de un accidente, el protagonista sufre un extraño fenómeno por el cual no puede olvidar absolutamente nada. Nada escapa de su memoria, pero no es capaz de pensar. Todo lo recuerda con precisión, pero sin capacidad de reflexionar, hasta el punto de que el presente se convierte en algo intolerable.

Acabar con este tormento de la desmemoria que contribuye para entorpecer la posibilidad de paz en El Salvador es también parte de las expectativas depositadas en el gobierno Funes. El olvido oficial, que es lo que sigue presente en El Salvador, deberá encontrar un final si se considera declaraciones, posiciones y acciones de la actual administración.

Como ejemplo, por lo menos retorico, del actual gobierno en enfrentar las deudas del estado salvadoreño en materia de verdad, justicia y reparación, es importante destacar la declaración del actual vicepresidente del país, Salvador Sanchez Ceren, cuando dijo que “el pensamiento y doctrina de Monseñor tienen actualidad porque mientras se le esconda la verdad a la gente se irá construyendo una falsa democracia que a lo largo puede desatar otro ciclo de violencia. La verdad es un componente esencial de la justicia, y el déficit de justicia es uno de los saldos negativos que tiene el proceso de paz. (…) Yo creo que mientras exista la necesidad de que la sociedad salvadoreña requiera reconciliación no tiene validez argumentar que se va a poner en peligro el proceso democrático y la paz”[1]. Y añade: “Tal como señalan los Acuerdos de Paz, la reconciliación es un valor decisivo para el presente y futuro nacional y muy difícilmente habrá reconciliación si aquellos que cometieron graves daños a la sociedad no son sometidos a la justicia”[2].

Con más peso que declaraciones a la prensa, en el Programa de Gobierno del FMLN 2009-2014 el Frente reconoce la necesidad de reconciliación nacional en el país y apuesta en la implementación cabal de los Acuerdos de Paz de 1992 y en la consolidación del Estado democrático y de derecho para llegar a este objetivo. Clara y explícitamente, el Frente afirma: “Honraremos los Acuerdos de Paz como parte de la agenda del país para el desarrollo de la democracia, el respeto a los derechos humanos y la reconciliación”[3].


El FMLN manifiesta expresamente que promoverá la memoria histórica como parte de los mecanismos para alcanzar la reconciliación nacional que está en la base de los objetivos de su gobierno. En su propuesta para políticas de derechos humanos, en materia de justicia, verdad y reparación, el partido se compromete a:
- Promoción y garantía de una política de justicia, verdad y reparación respecto de las graves violaciones a los derechos humanos sucedidas en el presente y en el pasado reciente. Se adoptará una política de reparación integral --material y moral-- a las víctimas de dichas violaciones.

- Programa estatal de reparación de víctimas de violaciones de derechos humanos, con base legal y con recursos del presupuesto del Estado y de la generosa cooperación de la comunidad internacional.
- Reconocimiento de la responsabilidad estatal en las violaciones de derechos humanos, según el dictamen de los órganos legalmente competentes; al compromiso ético de pedir disculpa pública a las víctimas y a sus familiares, tomando las medidas necesarias para garantizar la no repetición de tales violaciones.
- Apoyo a las demandas ciudadanas relacionadas con la investigación y el esclarecimiento de los casos de violaciones de derechos humanos; y firme compromiso de combatir y erradicar la impunidad en todas las esferas del Estado, en el marco de las disposiciones de nuestra Constitución de la República.[4]



La aun tímida, pero presente materialización de esas posiciones por parte del poder Ejecutivo se manifiesta con un inédito compromiso oficial asumido internacionalmente por el gobierno del país: el Estado salvadoreño aceptó su responsabilidad por los daños causados a la Iglesia, la población y la familia de monseñor Óscar Arnulfo Romero y el presidente Funes también se ha manifestado sobre el asesinato de los jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA) en 1989. En la conmemoración que recordó los 20 años de la ejecución de los religiosos – además de la ama de llaves y la hija de esta, Julia Elba Ramos y Meredith Ramos – Funes afirmó que el acto significa “retirar un velo espeso de oscuridad y mentiras para dejar entrar la luz de la justicia y la verdad. Significa levantar la alfombra polvosa de la hipocresía y empezar a limpiar la casa de nuestra historia reciente. Porque no es posible entender nuestro país y conocernos como comunidad, si no conocemos el pasado común”[5]


De acuerdo a Salvador Sánchez Cerén en referencia al incumplimiento de los Acuerdos de Paz de 92, “es este hecho lo que hace que el país no haya avanzado todo lo necesario en la construcción democrática y que tenga un gran déficit en lo referente al Estado de derecho y la justicia social”.[6] No obstante, organizaciones de la sociedad civil salvadoreña afirman que “no han contado con apoyo consistente por parte de la clase política salvadoreña, incluyendo a los partidos que en el pasado estuvieron en la oposición como el FMLN, hoy en el poder”[7] .


La disposición y capacidad del nuevo gobierno - presidido por un político considerado de izquierda moderada - en enfrentar ese pasado y buscar reconciliación nacional a través de la justicia con la promoción de la memoria histórica es una de las grandes preguntas y principales retos de la nueva fase política salvadoreña.



[1] SÁNCHEZ CERÉN, S. Con sueños se escribe la vida, Editorial Ocean Sur, San Salvador, 2008, p.131.
[2] Idem, p. 131
[3] Frente Fababundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Cambio en El Salvador para vivir mejor: programa de gobierno 2009-2014. San Salvador, agosto 2008, p. 93. Disponible en http://www.fmln.org.sv/fmlnORG/archivos/file/2008/gobierno%20del%20cambio.pdf
[4] Ibdem, p. 83
[5] Presidencia de la República de El Salvador. Condecoración “Orden José Matías Delgado”, Grado Gran Cruz Plaza de Oro, a los Sacerdotes Jesuitas. San Salvador, 16 de noviembre de 2009. Disponible en http://www.presidencia.gob.sv/discurso/2009/11/disc1601.html.
[6] SÁNCHEZ CERÉN, S. Con sueños se escribe la vida, Editorial Ocean Sur, San Salvador, 2008, p. 239
[7] INSTITUTO DE DERECHOS HUMANOS DE LA UNIVERSIDADE CENTROAMERICANA JOSÉ SIMEÓN CAÑAS (IDHUCA). Presentación al Mecanismo de Revisión Universal Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, 7ª Sesión: febrero, 2010. San Salvador, Septiembre 2009, p. 4. Disponible en http://www.ictj.org/static/Publications/UPR_ElSalvador_Spanish.pdf


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