Desde el año pasado hemos estado diciendo: Brasil y El Salvador están a punto de celebrar una alianza sin precedentes. Para quien viene de la izquierda brasileña y basado en lo concreto de lo momento político salvadoreño era bastante claro los movimientos tácticos que el FMLN realizaba en términos de opción de acercamiento a un modelo internacional de gestión. Y eso no fueran tácticas secretas, sino todo al revés, explicitas, sobretodo durante las fases mas duras de la campaña cuando ARENA decidió golpear mas fuerte (y sucio). Es decir, para una sociedad con todas las idiosincrasias post conflicto entre fuerzas ideológicamente opuestas en el contexto del mundo bipolar, nada mejor, en el mundo actual, que invertir en una imagen pegada a de Lula – que se ha convertido en ejemplo de éxito de una izquierda latinoamericana renovada y moderada. Sumase a eso que la esposa del entonces candidato a frente en las encuestas, y por lo tanto la futura primera-dama, no apenas era brasileña pero también una militante del PT y representante del partido en Centroamérica.
Luego, en diciembre del año pasado escribimos el artículo publicado en la revista digital salvadoreña ContraPunto, (“¿FMLN se teñirá de verde y amarillo?”) donde anticipábamos lo que hoy ocurre muy explícitamente: el inicio de una fuerte relación institucional entre los dos gobiernos. La prensa salvadoreña hoy, especialmente la de izquierda, casi al diario menciona el estrechamiento de negociaciones – e incluso de cooperación – entre los mandatarios. (Ejemplo: “Lula promete mas cooperación a Funes”).
Funes, aun en campaña, no escondía que su interés era llevar el gobierno de El Salvador inspirado en la experiencia brasileña. En el video abajo, una entrevista a un conocido periodista de la comunidad hispánica en los Estados Unidos, el ahora presidente electo de El Salvador deja muy claro quien él admira (referencia exacta a partir del punto 8´45” de la entrevista).
Curiosa ironía que, tras tantos años explicando para brasileños que cuando hablo de mis orígenes salvadoreñas no me refiero a ningún pariente de Salvador -Bahia, hoy, será justo mi mitad verde y amarilla lo principal aliado para la construcción de un nuevo El Salvador.
Vale mencionar que los debates de los intereses de Brasil en esa amistad y del intenso y controversial tema de la “nueva izquierda” y el “centrismo” estan apenas empezando.
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