Wednesday 28 October 2009

Después de 25 años, Brasil tendrá su Comisión de la Verdad




Las investigaciones de graves hechos de violencia ocurridos durante la dictadura militar que vigoró en Brasil de 1964 a 1984 fueran muy diferentes de los exámenes de la Comisión de la Verdad, oficialmente instituida en El Salvador como parte de los Acuerdos de Paz de 92. La iniciativa brasileña fue un esfuerzo casi clandestino que ha conformado una especie comisión de carácter informal en el gigante del sur.

Activistas y organismos de derechos humanos, sin mandato gubernamental, bajo la dirección del Cardenal Evaristo Arns de la Arquidiocesis de Sao Paulo, crearon en el informe Brasil Nunca Mais. Alrededor de treinta personas vinculadas a la Arquidiócesis trabajaron por más de cinco años en el más absoluto secreto para obtener los documentos, analizarlos, comprobar la información, y procesarla de acuerdo a criterios fijados previamente.

La investigación comenzó en agosto de 1979 y fue concluida en marzo de 1985. En ese período se logró sistematizar informaciones contenidas en 707 expedientes de procesos llevados ante el Tribunal Militar Supremo.

El resultado del trabajo se difundió en volúmenes de más de 6000 páginas con el título Brasil Nunca Mais, denominado Projeto A y que tuvo apenas 25 copias distribuidas a instituciones de derechos humanos en Brasil y en el exterior. Ha sido considerado un trabajo fundamental para el establecimiento de la verdad sobre el régimen militar y para el avance de los derechos humanos en Brasil. Una síntesis del informe, llamado Projeto B se publicó en forma de libro en la ciudad de Petrópolis, estado de Rio de Janeiro, en 1985.

El documento incluye testimonios acerca de la labor de agentes de la CIA de los Estados Unidos, como el oficial estadounidense Dan Mitrione, quien enseño los llamados "métodos científicos para arrancar confesiones y obtener la verdad". De acuerdo a numerosas y documentadas denuncias, Dan Mitrione entrenó a cientos de agentes militares y policiales brasileños, utilizando en sus experimentos inicialmente niños y indigentes recogidos de las calles de la ciudad de Bello Horizonte, capital del estado de Minas Gerais.


De modo semejante a la reacción irascible de los militares salvadoreños ante la publicación del informe de la Comisión Verdad para El Salvador – que fue tildado como “injusto, incompleto, ilegal, parcial y atrevido” – después de publicarse los volúmenes del Brasil Nunca Mais, las Fuerzas Armadas del país publicaron un furioso documento de respuesta, con el título Brasil Sempre, justificando su acción basada en su presunta misión de salvar la patria del comunismo.


HACIA LA VERDAD OFICIAL

Sin embargo, en una sorprendente y coherente decisión, el gobierno brasileño decidió por fin investigar los crímenes de la dictadura. En octubre de 2009, el Nucleo de Estudos da Violencia, de la respetada Universidad de Sao Paulo (USP), promovió una Conferencia Internacional sobre el Derecho a la Verdad, con la participación de Paulo Sergio Pinheiro, relator de la ONU para Derechos Humanos.

Fue el impulso definitivo para la constitución, 25 años después del fin de la dictadura brasileña, de una Comisión de la Verdad de carácter oficial en Brasil. La medida es parte de una serie de otras políticas gubernamentales a favor de la Memoria Histórica y justicia a las víctimas de los regímenes militares que han estado siendo llevadas a cabo en el país desde el comienzo del gobierno Lula.


El establecimiento de la Comisión será anunciado, según Pinheiro, en diciembre de 2009 y conforma la primera vez que Brasil, el único país suramericano que no puso en claro los crímenes de regímenes autoritarios, investiga oficial y formalmente el tema. Varios de los ministros de Lula, incluyendo la propia ministra de la “Casa Civil, Dilma Roussef, nombre preferido de Lula para sustituirlo en la presidencia, han sido arrestados y torturados por los militares.
Los términos, poderes y miembros de la Comisión de la Verdad de Brasil aún no son conocidos. Las opiniones de los especialistas afirman que el éxito de la Comisión dependerá del poder de esta de citar legalmente los testigos y acceder los archivos secretos del Ejército que, según la cúpula militar, han sido destruidos.


También en 2009, el gobierno brasileño ha inaugurado un impresionante proyecto de promoción de Memoria Histórica, vinculado al Archivo Nacional, llamado “Memorias Reveladas”. El objetivo es convertirse en un polo difusor de informaciones sobre el tema de la represión y de la resistencia política en Brasil entre las décadas de 1960 e 1980, con miras a promocionar el amplio acceso a las fuentes de información y contribuir para el debate de naturaleza académica y política sobre el período. Como parte del proyecto el gobierno ha lanzado una campaña televisiva
solicitando a los ciudadanos que notifiquen el Archivo concerniente a documentos y informaciones sobre la dictadura y especialmente los desaparecidos.


Hoy en Brasil hay todavía oficialmente 144 desaparecidos políticos.

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